Londres

He concluído que para realmente conocer Londres se tiene que vivir ahí algún tiempo o hacer varios viajes porque desde ya te digo que pretender conocer a esta ciudad en un viaje de pocos días es frustrante. Pero no te desanimes, creo que la mejor forma de verlo es tener la convicción que cada vez que vuelvas a esta ciudad (sí, volverás, es imposible no hacerlo o querer hacerlo al menos), ella te encantará de alguna forma distinta a tu experiencia anterior. Hay muchísimo por ver y si tienes algo de suerte quizás hasta te toquen días que puedas acompañar cantando here comes the sun. Sin duda, podrías hacer sólo un viaje destinado a la gastronomía, otro destinado a los museos, otro a bars y quizás algún otro destinado exclusivamente a perderte caminando por esta ciudad cosmopolita, tan rica en cultura y diversión!

Definitivamente, me encanta tomar cerveza en esta ciudad. Hay una variedad exquisita y para alguien que le gusta tomar cerveza, seguro es distinto a cómo la toma en otras partes del mundo.

Algo que me llamó muchísimo la atención es la cantidad de restaurantes que existen de distintos tipos de comida. Sin duda, un lugar que me encanta para comer es el mercado de Camden porque lo encuentro más en plan street food y se disfrutan a tope los sabores de todas partes del mundo. Paseando por el mercadillo de Notting Hill encontré The Hummingbird Bakery, donde su red velvet me hizo infinitamente feliz. Para mi, un postre que me mata es el Mince pie, se puede ver por lo general en época navideña y la verdad es que su sabor me alocó. Si bien es cierto que Ladurée es francés (bienvenida controversia), es el plan perfecto para el tea time, sobre todo tomando té “Marie Antoniette”.

Last but not least, cuando vas caminando por Oxford Street, inevitable toparse con Godiva y esas frutillas de ensueño. Sí, han sido las frutillas más caras que he comido en mi vida pero no te puedo llegar a explicar cuanto las disfruté.

Siempre serás mi amante bandido ♡

Mind the gap.