La Vega Central (Santiago)
- nacira88
- 19 feb 2015
- 2 Min. de lectura
Creo que en algún momento te he comentado que a veces se me hace difícil hacer fast & furious un review que me pone nerviosa, cuando hice el de Kabuki (Madrid) me pasó algo similar y si es que no me equivoco te hice el mismo comentario. Anyway, esto es solamente por un bloqueo mental y no por no tener algo que decir, de hecho, hay tanto que te quiero contar ... una inspiración brutal. Bueno, a veces simplemente pasa que quieres que salga todo perfecto, que tremendo paradigma.
Desde mi punto de vista los mercados forman una parte clave de las ciudades. Sean éstos grandes, chicos, ordenados o caóticos, cada uno tiene algo que lo hace irrepetible y es que estos espacios insisten en ofrecer un conocimiento tan noble y clave para entender la identidad del lugar en cuestión. Si me preguntas qué prefiero, la verdad creo que los más honestos son esos donde existe una locura y desorden colectivo donde lo único que te queda es observar y mantenerte alerta para no perderte tremendo parade.
Si nos enfocamos en lo obvio y lo evidente por supuesto, La Vega Central está rodeada de colores, aromas, sabores, esa frescura que tanto se busca y poco se encuentra. Ahora, si nos enfocamos en el tras bambalinas, en el core, esta obra de teatro es protagonizada por personajes que resultan ser un elemento clave de este show con aires de pasarela (usemos un poco la imaginación y no nos limitemos por los tecnisismos). Como también ya te he contado antes, extraño a Perú todos los días, a veces pienso que una parte de mí sigue allá, es como de esos amores que caminan contigo. Te comento esto porque tuve la suerte de encontrarme con muchos puestos de elementos de cocina peruanos. Es una suerte de nostalgia y euforia. ¿Cómo no voy a sentirme agradecida?
Ir a la Vega Central, es un recorrido obligado y ojalá perderse un poco y dejarse llevar, embrace un poco el caos existente, tómalo como la oportunidad de salir del comfort zone establecido: tener una ruta definida, y por qué no agradecer a la naturaleza que sin su magia éste lugar no tendría protagonistas. Este mercado tiene la gracia de permitirte respirar una identidad perdida y donde puedes encontrrar el producto fresco, la caserita buena onda, el coqueto empedernido, unas sonrisas tímidas pero reales, un juego y una apuesta tan llena de certeza. La compañía precisa y esa curiosidad infinita. Gracias Rita & Susanita por hacerme feliz. La Vega Central Calle Davila Baeza 700, Recoleta. Santiago, Chile.















Comentarios