Oporto

Fuimos a Oporto por 3 días y la verdad es que creo que es el tiempo necesario para conocer esta ciudad de forma express. Sin embargo, me quedé con la sensación que se necesitan más días para poder realmente disfrutar todas las maravillas que tiene, más allá de los basics. Esta ciudad a veces te hace sentir como si estuvieras en Barcelona, otras como en Venecia, Bruselas y también San Sebastián. A mí esto me impresiona porque es una ciudad pequeña y aún así tiene un poco de las grandes ciudades del mundo. Soy una fanática de los postres en general, y había leído mucho de la pastelería portuguesa. Apenas llegamos, desayunamos y lo primero que probé fue un Eclair de Caramelo de ensueño. En el resto del viaje probamos los postres estrella como el Pastel de Belem y la Torta de Milhojas. El último día visitamos el Café Majestic que definitivamente es un must si visitas esta ciudad. Estaba llenísimo y naturalmente, queríamos probar algo que fuera único de ese lugar que tanto ruido había hecho. Nos trajeron unas Torrejas Majestic, algo así como una tostada francesa pero con piñones y canela, sin duda ... Diferente, y con un sabor que hasta una comensal tan resfríada como yo lo estaba, que apenas podía sentir sabores (terrible), pudo sentir la intensidad de los ingredientes involucrados. Respecto a lo salado, tienes por un lado la posibilidad de comer pescado fresco y por otro, comer carne, para mí esto es nada menos que tener the best of both worlds. Respecto a la carne, esta se puede probar como Churrasco acompañado con Papas hervidas y servidas con un toque de aceite de oliva o también cocinada con una reducción de Oporto y con el acompañamiento que prefieras. Ambas opciones están para chuparse los dedos ... Literalmente. No quiero dejar de mencionar que en esta ciudad probé propuestas que no por ser sencillas, tenían menos caracter. Un ejemplo de esto fue tomar Crema de Zapallo con Naranja, súper especial. Ahora, no puedo dejar de hablar sobre el Oporto, la verdad es que no teníamos mucho conocimiento al respecto pero esta ciudad está diseñada para que te vayas con la mejor experiencia asociada a este tipo de vino. Visitamos Calem, que es la marca más reconocida y donde conocimos la historia del Oporto y también visitamos Quevedo Port Wine donde probamos las distintas variedades. Creo que no puedes venir a Oporto y no probarlo. Cheers to that!

Algo que nos llamó mucho la atención fue lo barato que es todo en general. Oporto es esa ciudad que tiene muchísimo por ofrecer con una relación calidad-precio inigualable en Europa. También, tiene ese encanto de ciudad pequeña que tan en casa te hace sentir y también de cierta forma, es esa sencillez que te ayuda a relajar la mente. No por nada ha sido premiado como el destino del 2014. PS- Tengo una deuda pendiente con Oporto, ir al Mercado do Bolhao. Para alguien que le encanta comer, dicen que es uno de los mercados más destacados del mundo y cuando fuimos, estaba cerrado así que una razón más para volver.