ARZAK (San Sebastián)

¿Te has dado cuenta que en la vida se esperan cumplir ciertos sueños para determinar si has conseguido objetivos de vida y si has sido una persona feliz? Para mi, ARZAK ha sido uno de esos sueños. De hecho, el viaje a San Sebastián nació un poco de la nada y en definitiva, si no conseguía reserva en este restaurante, no iba a San Sebastián y punto. Así de cabezota fui hasta lograr conseguir una reserva en tiempo record. Sí, es verdad que gasté más en este restaurante de lo que terminé pagando por la estadía en total (gracias Urban House Hostel!) y seguro lo haría así una y otra vez.

Mi último día en Donostia estaba destinado a almorzar en ARZAK. Como te debes imaginar mi felicidad iba a ser completa si conocía a Juan Mari y a Elena ... así fue. Al llegar al restaurante, a la primera persona que vi fue a este grande de la gastronomía, entre apurado, confundido y disperso como cuando tienes 5 años ... ¡Un genio! Esos cinco minutillos de conversación fue por lejos, el mejor comienzo de esta tremenda aventura.

Luego, pasé al salón y observando, me di cuenta que habían muchos comensales extranjeros que al igual que yo habían agendado su visita a San Sebastián esperando comer en ARZAK. Lo que me encantó es que igual habían comensales locales regresando una vez más para disfrutar, detalle importante. Para mi suerte, justo me tocó ir en una fecha muy importante, el cumpleaños de Elena. Aún así, pasó mesa por mesa a saludar con tremenda familiaridad, humildad y carisma, como si se tratara de invitados en su casa. Ahí me hizo click la frase "Si amas lo que haces, nunca será un trabajo", desde ese momento ya me sentía agradecida por esa gran lección.

El sommelier me dio tremenda recomendación de vino para acompañar el menú de degustación. Nada más y nada menos que el vino de la casa ... lejos uno de los mejores que he tomado, ahí te das cuenta que no han dejado nada al azar y que cada detalle cuenta. Tímidamente, le comenté que era tan sólo una recién titulada y que me hubiese encantado poder acompañar la comida con el maridaje correspondiente pero que aún no me lo podía permitir. Me encantó la sencillez y la súper sonrisa con la que me respondió, no puso ninguna mala cara. Por el contrario, fue muy amable y familiar al mismo tiempo. Creo que este es un detalle importante porque a veces pasa que en lugares de esta categoría, el esnobismo y arrogancia abundan pero tengo la convicción de que los restaurantes y personas en general, son exitosos porque forman equipos de personas que son sobre todo humildes y educadas. Segunda lección aprendida.

Para mi, la cocina de ARZAK es el perfecto balance entre cocina tradicional e innovación. Los platos son a full creativos que buscan mover emociones y sorprender. Destaco esas ganas insaciables por seguir descubriendo nuevos sabores, texturas y aromas. El hecho que cuenten con un “banco de sabores” con ingredientes de muchos rincones del mundo te dice que no se quedaron durmiendo en los laureles después de años de éxito pues siguen reinventándose. no podía dejar de llevarles algo. Una locura también contar con un laboratorio, imagínate que antes hacían 5 platos nuevos, hoy hacen 50.

Si hasta el momento no he logrado captar tu atención y generar esas ganas locas de visitar este restaurante, sugiero que veas las fotos y como me encantaría que nos pudiéramos teletransportar para poder regresar a ese almuerzo y para así hacerte gozar como yo lo hice. ARZAK me hizo feliz, tremendamente feliz. Mi sugerencia es que si tan sólo quieres comer, busques algún otro lugar. Sin embargo, si buscas sorprenderte y sentirte en casa, este es el lugar, este es tu lugar. Que clave es para un restaurante hacer sentir a los comensales como si fuera casa, después de todo es ahí donde los recuerdos nacen con la intención de quedarse en ti, gracias por esa última lección.

ARZAK

Avenida del Alcalde José Elosegi, 273. San Sebastián, España.

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