A&G (Lima)

La historia con Astrid & Gastón se remonta ha cuando recién llegamos a este país que tanto le debemos y tan en el corazón llevamos, Perú te echo de menos todos los días. Como cuando tenía 5 o 6 años íbamos los domingos a almorzar al primer A&G, cuando podías ver a Gastón cocinando y preguntaba tímidamente qué tal estaba la comida y Astrid, nos daba masitas para jugar ... Te mentiría si te dijera que me acuerdo 100% de estos memories. En parte sí, efectivamente tengo recuerdos y en parte Susanita, mamá empedernida, nos los termina de completar. Indudablemente, estos domingos fueron los que me hicieron creer en Astrid & Gastón, soy una convencida que es esa pasión llevada con tanta humildad la que hoy los tiene en lo más alto.

Del menú de degustación recibí opiniones encontradas. Algunos me decían que era maravilloso, otros que ir era perder el tiempo porque no toleraban la idea de estar 3,5 horas sentados comiendo. Cuando en Perú alguien me da una opinión me la tomo muy en serio porque el comensal peruano sabe comer, es exigente. Bueno, así de confundida y todo yo me moría por probar esta nueva propuesta del restaurante. Estaba en España y tenía sólo 3 días en Lima antes de regresar a Santiago, de los cuales 2 estaba cerrado ... ¡Carambas todo en contra! Así que bueno mandé un mail contándoles esto y finalmente, logré hacer reserva para los tres. Típico comentario de mi papá “hijita tú no paras” jajaja. Ese día llegaba de Madrid a las 05:00 hrs pero igual llegué emocionadísima sabiendo que unas horas después iba finalmente a conocer Casa Moreyra.

La reserva era a las 13:30 hrs y llegamos algo temprano así que inevitablemente, pasamos a la barra y me quedé impresionada con la carta de tragos, creo que en Lima hoy no hay nada igual ... Tremendo. Quiero ser responsable con lo que voy a decir a continuación. Del restaurante La Barra no probé ningún plato, sólo vi la carta por lo que mi opinión no es 100% acertada pero me quedé con la sensación que hoy en Lima se pueden encontrar lugares con una mejor relación calidad-precio respecto al mismo tipo de propuesta. Estuvimos un tiempo esperando pero no entramos a las 13:30 hrs sino un poco más tarde, un detalle que no me gustó mucho pero fresh, la emoción pudo más. Cuando entramos nos encontramos con Diego Muñoz, hombre full sencillo que se declaró artesano, no pudo ser más preciso. Gracias Diego por mostrarnos la cocina, que detallazo haber podido sapear.

Finalmente, nos sentamos y comenzó el parade. Nos tocó probar el menú de degustación Virú y sin duda fueron sabores de todo el país centrados en un número finito de platos. Más allá del detalle de cada plato, me gustaría destacar la importancia de tener claro el tremendo research y trabajo que implica hacer un menú de degustación. También, considerar que la vajilla fue hecha por artistas peruanos y eso también conlleva un proceso creativo intenso. Menciono esto sólo porque es bueno tener claro que en este tipo de experiencias hay que ver el big picture. Aquí, voy a entrar en un tema que no me parece tan divertido pero creo que es necesario tratar de entenderlo. Cuando se prueba un menú de degustación en un restaurante high-end, no se paga sólo porque el restaurante este en la cima o por mero esnobismo, el valor que tiene, porque sí es valor más que precio, es una suma de elementos (muchos de los que ya mencioné previamente). Así que como puse también en el post de ARZAK, si lo que buscas es sólo comer, creo sinceramente que saldrás decepcionado de este lugar porque, en mi opinión yo vine a sorprenderme, a probar algo que ningún otro lugar en Lima me puede ofrecer y que más que limitarme a pensar que voy a comer un número determinado de platos, estoy en un viaje que si dura 1 o 3,5 hrs da igual porque voy con el tiempo que sea necesario para lograr aquella complicidad que tanto me emociona. Emocionada, tremendamente emocionada por el homenaje hecho al país que goza de tener la capital gastronómica del mundo.

Gracias Jorge & Susanita!

A&G

Antigua Hacienda San Isidro, Av Paz Soldan 290. Lima, Perú.

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